Como escribió el Koala, "se nos ha caído una viga maestra".
La casualidad ha querido que mientras él luchaba contra el bicho, yo leyera "La sonrisa etrusca", de la que os extraigo este párrafo: "¿Como puede tener fin la vida de robles y águilas (...)? Aquel hombre fue el cielo en sus alturas: huracanado, arbitrario, implacable a veces; pero también generoso, creador, benéfico.... Se aferró a la vida con abrazo de oso, la bebió a bocanadas.... ¡Y se apaga esa hoguera!"
Pues así era él, alto como el cielo, grande y fuerte como un oso.
Tuve la suerte de conocerlo poco antes de que en su revolucionaria juventud volara del nido y atrapara palomas en los parques de Benidorm, de disfrutar de los tiempos en que inició su fructífero noviazgo y luego, de verlo mantener un negocio familiar en el que empeñó mucho tiempo.
Acaparador de motes, amante y conocedor del campo, no sabría (ni le importaba) en qué equipo jugaba Villa, pero desollaba un conejo con gran habilidad. Su peculiar oído musical no distinguía entre los Rolling y Queen, pero reconocía una tordencha en la distancia. Rudo y primitivo a veces siempre fiel defensor de su familia y amigos cuando la situación lo requería.
Mañana hace un año que inauguré este blog del cual era uno de mis más fieles seguidores y ahí permanecerán sus comentarios.
Aquí, al igual que lo hacen con los grandes de la NBA, quedará retirada su camiseta del nº 5.
Nunca nos faltarán "cofrutos" para seguir brindando por tí.
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lunes, 28 de octubre de 2013
lunes, 21 de octubre de 2013
34.- LA MILI, SIN ADJETIVO
Mientras que unos se libraron con estrategias médicas peregrinas, otros pasamos por el aro tras acabar con las prórrogas posibles. Pero hay quien, en un alarde de valentía y patriotismo, se fue voluntario para terminar formando el temible grupo que vigilaba la puerta de "la Zona" frente al parque San Julián. Bizarros muchachos vestidos de caqui a los que nos encontrábamos en Sánchez Vera cuando salíamos del instituto.
Aunque el mejor elenco, los que en realidad sustituyeron el servicio militar por un servicio social equiparable, eran los "chicos de la Cruz Roja". Solidarios chavales que eran capaz de conducir ambulancias polivalentes. Transportando heridos en ocasiones, o colaborando en eventos festivonavideños en otros.
Y por supuesto también los hay pata negra. Aquel superhéroe que asume el reto de marcharse hasta África para demostrar al mundo que, en un futuro, tendrá motivos suficientes para convertirse en anarquista por el resto de su vida. ¡Bravo chavalote!
Los más humanos, los del montón solíamos viajar hasta tierras extremeñas para cumplir la instrucción en el CIR nº 3 de Cáceres. Con sus barracones, sus letrinas, su cocina y su explanada de jura. Bellas instalaciones para pasar unas vacaciones obligadas compartiendo literas con otros paisanos.
Perfecto plató para meter en un reallity a miles de chavales de la generación "nini". Tres mesecitos levantándose con el sol, y dando juego a millones de telespectadores disfrutando de sus penurias.
Todavía no se lo ha pensado T5, pero todo llegará.
Aunque el mejor elenco, los que en realidad sustituyeron el servicio militar por un servicio social equiparable, eran los "chicos de la Cruz Roja". Solidarios chavales que eran capaz de conducir ambulancias polivalentes. Transportando heridos en ocasiones, o colaborando en eventos festivonavideños en otros.
Y por supuesto también los hay pata negra. Aquel superhéroe que asume el reto de marcharse hasta África para demostrar al mundo que, en un futuro, tendrá motivos suficientes para convertirse en anarquista por el resto de su vida. ¡Bravo chavalote!
Los más humanos, los del montón solíamos viajar hasta tierras extremeñas para cumplir la instrucción en el CIR nº 3 de Cáceres. Con sus barracones, sus letrinas, su cocina y su explanada de jura. Bellas instalaciones para pasar unas vacaciones obligadas compartiendo literas con otros paisanos.
Perfecto plató para meter en un reallity a miles de chavales de la generación "nini". Tres mesecitos levantándose con el sol, y dando juego a millones de telespectadores disfrutando de sus penurias.
Todavía no se lo ha pensado T5, pero todo llegará.
sábado, 12 de octubre de 2013
33.- RESPONSABILIDAD
Dice mi padre que: " el que a los 20 no es valiente, a
los 30 prudente y a los 40 rico, a los 50, borrico.”
Hemos pasado por esa brava edad juvenil en el que no
existían límites. Dichosos años en los que el tiempo no transcurría, para luego
llegar a sentar la cabeza (algunos más que otros) y establecerse entre esta
sociedad del siglo XXI, tener descendencia y procurarnos un futuro más o menos
cómodo.
Y entre tanto, ese concepto de responsabilidad ha
evolucionado desde ser el elegido que tenía el privilegio de echar a pies para
escoger a los jugadores del equipo, a ser nombrado “delegado de clase” con la
desdichada función de anotar las faltas de sus compañeros. He aquí un pequeño
recuerdo aportado por el afamado vecino del Campichuelo, en el que demuestra
que los alumnos nº 6, 12, 13 y 26 (entre otros) eran los más destacados
gorrones de la clase de 3º de BUP de año
1983. Lástima de arrugas y calidad de la imagen para poder apreciar con detalle
las asignaturas más castigadas por el éxodo estudiantil.
Secretario o tesorero, complicado servicio el de
guardar el fondo de tus colegas de andanzas fiesteras. Y con el tiempo incluso
pertenecer a la directiva de algún club deportivo, comunidad de vecinos, sindicato,
asociación ecologista o hermandad semanasantera. Alguno hasta llegó a ser nombrado "novato del año" en sus recién iniciadas andanzas universitarias.
Pero el climax es ser elegido por el pueblo, la
democracia en pleno éxtasis. Y así, ser clave en el futuro de tu barrio y programar
las fiestas del patrón.
¡Suerte a todos en su cargo, aunque tan sólo sea el
de presidente de la república independiente de su casa !(que no es poco)
sábado, 5 de octubre de 2013
32. CUBILETE
“Tres
pitos sin mirar”.Y desde ese momento comienza un periodo de varios minutos en los
que los amigos no lo son tanto, las verdades son escasas y los errores en el
juego pueden generar en el infractor un castigo implacable. Una pena
disciplinaria, económica e incluso existencial.
El
terreno de combate es sencillo. Unos metros lineales de barra de bar, o en el
mejor de los casos, algún metro cuadrado de mesa. Deberá acumularse mucha
espuma de cerveza sobre su superficie para tener que suspender momentáneamente
la partida. Grandiosos estadios como el Fidel, el Zaida, el Viñas, el Burrillo, el Dulcinea o el Vaya Vaya han acogido partidas memorables.
Muchas piezas
del juego acumulan en su piel las huellas digitales de cientos de obreros,
damas o estudiantes. Horas de sociedades taberneras compartiendo risas, insultos
y tragos de cerveza.
El sistema
de tanteo provoca entre los jugadores la primera de las disputas dialécticas,
que se resuelve obedeciendo la voluntad de la tirada más alta. A partir de aquí,
un palillo, un simple mondadientes, se convierte en un elemento básico para el
desarrollo del juego. La destreza en conseguir no apuntarse ninguno de ellos otorgará
al jugador el orgullo de salir por la puerta del bar habiéndose tomado unas
cañas gratis. Versiones más avanzadas nos daban la oportunidad de apuntarnos dicho palillo con tal de no beber esa ronda.
Sus diferentes
variantes dependerán del número de dados, del número de cubiletes y del sistema
de puntuación. Una vez iniciada la partida la suerte, la veteranía o la presión
ambiental alimentarán los deseos de revancha que pueden llevar al perdedor a
ser humillado verbalmente durante parte del día. Siempre le quedarán “las
cabras” para poder resarcirse de su fracaso.