lunes, 20 de febrero de 2023

119.- ME GUSTA EL CINE. LOS CINES, NO

Me gusta. Lo disfruto mucho cuando es bueno, y lo soporto cuando lo es menos. Pocas películas, auténticos pestiños, hicieron salirme de una sala de cine. No se me olvida “La esfinge”.

Ya en el capítulo 66 de éste blog hablaba algo de ello (https://asturislandia.blogspot.com/2015/04/66-mis-cines.html?m=0) pero hoy tocaremos otra visión de este tema.

El salón de mi casa ha venido a sustituir a la “industria del sacacuartos”, a esos locales que destinan más metros cuadrados a la barra del bar que a las butacas. Un espacio donde se reúnen los clientes para acaparar cartones con palomitas, bolsas de patatas e inmensos recipientes que albergan refresco y para los que se necesita una pajita kilométrica si quieres beber hasta el fondo. 

La gala de los Goya es el escaparate del cine español. De parte de él. Cierto es que, tras pasar por las comedias de Ozores y las incontables historias basadas en un bando de la desdichada Guerra Civil, hemos conseguido crear buenas películas. Y allí, en mi casa, las disfruto sin dejarles ni un solo leuro en sus arcas. Por mucho que insistan en ir al cine no iré hasta que prohíban entrar con comida a la sala, o las limiten a la emisión de una película de la saga Marvel.

¿Qué en nuestros tiempos también se consumía regaliz o caramelos Sugus? Puede ser, incluso bollería comprada en la pastelería cercana, pero no generaba el molesto ruido de las bolsas de snacks o las uñas rascando el fondo de las palomitas. Pero ante todo, una cuestión básica y diferencial: no teníamos un móvil en la mano, deslumbrando a los de la fila de atrás y generando un sonido cada vez que algún estúpido escribe y recibe un mensaje.




De vez en cuando visito la Filmoteca Regional. Menos de lo que quisiera. Además de ofrecer una cartelera atractiva en cualquier época del año, dispone de una sala grande como las de antes. La oportunidad de ver películas que visioné en la tele con actores ya fallecidos es más que motivo suficiente. Días previos a Semana Santa asistí para ver “Jesucristo Superstar”. Con un público de amplio rango de edad, callado y expectante, hasta que uno de mi fila se levantó a bailar mientras cantaba Herodes. Seguro que nuestro amigo LuisCar hubiera hecho lo mismo. Está compuesta y filmada para él. Os dejo la escena por aquí (https://youtu.be/NEmScsUkbo4).

He consultado sus próximas proyecciones. Imagino que alguna os sonará: “Pánico en el Transiberiano”, “El Crack”, “El Sueño Eterno” y … “Holocausto Canibal”. Al menos uno de los Alegría volvería a pagar por verla.


En fin, que echo de menos ir al cine. Pero no a estos. Lo único que han mejorado, y mucho, son las butacas. Hemos pasado de cambiar de posición para aligerar posaderas, a repachingarnos y estirar las piernas sin tener que empinarnos para esquivar la almendra del de alante.