miércoles, 17 de diciembre de 2014

61.- NOS DIERON LAS UVAS

Nos dieron la una. Y las dos. Y las tres. Las cuatro, las cinco y las seis…. En distintos lugares, pero con la misma ilusión: disfrutar durante toda la noche. Sin promesas ni deseos de cara al futuro. Diez o doce horas a todo tren. Sin freno de mano. Desde el pequeño y modesto guateque de la cochera del Potasio hasta los últimos (y casi olvidados) cotillones organizados con premios incluidos.

Miradas peligrosas escaneando las ceñidas curvas de negros vestidos recibían aquellas jóvenes deseosas de lucir sus tacones. Mientras nosotros, ahogados por noveles corbatas, asaltábamos la barra. La del Wacus, del Bataplán, del Vaya Vaya, de Los Elefantes, …

Previa a la experiencia del sistema “alquiler de bar”, demostramos nuestra capacidad de organización, destrozo y limpieza de viviendas (ahora pasto de Podemos) que gentilmente (o inconscientemente) eran cedidas por sus dueños.

Agradecimientos a Olga, a MCR y, sobre todo, a Aldo. Nocturnas andanzas las que disfrutamos entre las paredes del vetusto edificio que vigilaba la gasolinera. Por eso recupero la foto que ya recogí en su momento. Merecido recuerdo.



Pero si hay una Noche Vieja de las que ahora llamarían “top” es esa en la que todos pensamos. Aquella fiesta por la que pasaron gran parte de los conquenses que salieron esa noche. Un balcón que no se precipitó al vacío porque no se construyó en el siglo XXI y porque muchos de sus usuarios flotaban bajo las gélidas estrellas. Música, baile, carreras y juegos de escondite. Desenfreno o inmoralidad. Vicio y exaltación de la amistad. Esperado descanso para los vecinos en la mañana del nuevo año. Y cara de cartón en la tarde del día siguiente cuando vimos aparecer por la puerta a su sorprendido dueño. “Marcharos” dijo débilmente mientras los demás lo mirábamos con escoba y fregona en mano sobre aquel pegajoso suelo. ¡Qué demostración de resignación fraternal! Nunca llegamos a recompensarselo.

El efecto 2000 nos trajo otras formas de pasas las nocheviejas. Más familiares, rodeadas de biberones y espectáculos televisivos. Pronto nuestros hijos cogerán el relevo y podremos revivir aquellas jaranas.

Por lo pronto el 2014 se nos va como vino, pasando la hoja de un calendario.

lunes, 17 de noviembre de 2014

60.- RONDA

Vía de obligado tránsito para turistas que quieren observar las excelencias que proporcionan cualquiera de sus balcones o miradores. Sin embargo para los indígenas de los años 80 era un refugio, un hogar, acaso un santuario.
Julián Romero, capitán de los Tercios de Flandes. Sus paisanos casi heredamos el título, no de tercios, pero sí de litronas. Alternadas con las mezclas, muy frías en invierno y algo menos en verano. Mientras ahora las corporaciones municipales pelean contra el botellón, entre estas piedras se gestó esta práctica, bien desarrollada por supuesto.



Pero lo que para algunos es un mero espacio con privilegio para contemplar el Parador, el Puente San Pablo o el Cerro Socorro, para nosotros se trataba del rincón donde cantábamos alrededor de la zurra, en el que mojábamos las camisetas lanzando vasos de agua (a ser posible de las chicas), por el que huíamos de familiares redadas, e incluso donde Jose Luis nos cantaba "El Velero" el día en el que celebrábamos que uno de nuestros primeros quintos se iba a la mili. Sí ,el mismo al que lanzábamos abajo por la higuera próxima a la esquina del tunel.


viernes, 31 de octubre de 2014

59- LA CALLE

Este magnífico dibujo “robado” de las perversas redes sociales me ha recordado miles de anécdotas en los locales que comenzaron a agruparse en esta abandonada calle con el objetivo de plantarle cara a la zona alta.
Uno de ellos tuvo la fortuna de llamar a su pub de tal manera que, 25 años después, a la que los mapas nombran como Dr Galindez, le siguen conociendo como La Calle. Un esquinazo decorado con farolas, ventanas, tiestos y música española. A su espalda, y por mimetismo, otro señalizado con pasos de cebra y mismo ambiente juvenil, el Peatonal. Eran tiempos donde la movida madrileña había traspasado fronteras. La música de Radio F., Derribos A., Gabinete C., Siniestro T., Nacha P.…. llegaba desplazado a otra con letras cantadas en inglés. El éxtasis nocturno y la novedad desenfrenaban a los conquenses.

 
Puede que el pionero fuera el Otemilla. Modesto patio que permitía a sus clientes jugar al cubilete (sin cubilete ni dados) tras tirar la mesa y los vasos, o pasarse horas cantando ¡Viva Perico Delgado!
Y para paciencia, los guardias jurado que intentaban echarnos del Negresco, sin conseguirlo, mientras cantábamos “juntos como hermanos”. Alli, Julianín se encargaba de ponernos a mil con música bailable, roquera o española. A petición.Y serrín, mucho serrín.
Otros los sucederían: el Bus, La Fontanería, (vaya memoria tengo, ayudadme) …. y ahora, desconozco como se llaman el resto de garitos en los que nuestros sucesores pasan las noches tomando cubatas y bailando esta espantosa música del siglo XXI.

Siempre nos quedará e “El Aris”, que nos acoge, y en cierto modo nos hace rememorar aquellos años, aunque de un modo menos alocado. ¿O no?

martes, 14 de octubre de 2014

58.- RUGBY

Hace poco ví una carta escrita en contestación a las declaraciones de un famoso futbolista portugués. Leyéndola recordé con nostalgia mis tiempos de rugby. Mucho más de lo que me transmite hoy en día un partido entre cualquiera de las potentes selecciones del hemisferio sur. Aparecen valores extrañamente vacíos en otras especialidades deportivas y, al que tiene la suerte de participar, le genera gran satisfacción.

En casa de un familiar, junto algunos amigos, escondidos de lo conocido, disfrutamos tomando unas cervezas mientras en la tele emitían un partido del 5 Naciones en el que Doch (o Docht, o Dotge), aguantó el partido con un ojo más hinchado que el de un rival de Tyson. “Doch el del Ojo”. Ese pudo ser el inicio de todo.

Fue a finales de los ochenta cuando un granadino, retirado de la práctica del balón amelonado por cuestiones físicas, tuvo la valentía de organizar, entrenar y dirigir un equipo de chavales estudiantes amantes de cualquier deporte y con ganas de pasarlo bien. Y ahí que el Colegio del Sta María de Europa se lanza a participar en las competiciones universitarias de la época. Siempre le agradeceré a Miguel Angel que por aquella iniciativa me inoculara el virus del rugby. Gracias Astuto.

El salto territorial en la carrera universitaria me lleva hasta suelo manchego, donde en la EUPA se está engendrando un equipo que rivalice con el resto de capitales del entorno. Campo de tierra y guijarro, entrenamientos nocturnos bajo cero, escasos medios económicos, pero muchas ganas y voluntad. El número de partidos de mi anterior etapa madrileña me lleva hasta la capitanía del equipo y después la satisfacción de conseguir ganar el torneo autonómico y disputar la fase final en Madrid.

Ya en la capital del reino, con nuestras limitaciones organizativas, nos presentamos en el campo de juego frente a la Politécnica de Barcelona. Escasos diez minutos de gloria que transcurrieron desde el sorteo entre capitanes hasta que un mal placaje me lleva a urgencias del hospital con una clavícula rota. Un banderín entregado en el sorteo de campo guardo de infausto recuerdo.

Meses después, abandoné la práctica por completo. Lo echo mucho de menos. La rivalidad, el compañerismo y los terceros tiempos, donde la exaltación de la amistad y cantos regionales no eran tan solo un paso más de la tradicional escala de la borrachera.



Mi afición me llevó hasta Marsella para ver en directo como los All Blacks danzaban sobre el césped antes de aniquilar a la tierna selección italiana. Tíos como McCaw, Mulianina, Howlett o Carter corriendo como búfalos, placando como bestias y sin pizca de piedad.

Ahora veo con envidia que existen más equipos nacionales, incluso femeninos. Que mundialmente es un evento seguido por millones de espectadores. Que hasta Mandela lo utilizó para generar paz en un país convulso. Pero que desgraciadamente, como otros deportes, está a la inmensa sombra del fútbol. De ahí que me haya quedado tan satisfecho leyendo esa carta, aun a costa del todopoderoso Cristiano.

Pdta: ya se están encargando los malvados medios de comunicación de salir a su rescate, poniendo imágenes de la agresión de un jugador inglés. Lo que no dicen es que esa especialidad no es el "rugby tradicional", sino una variante que acepta otras normas. Una salvajada que aprovechan algunos para atacar un deporte con tal de salvar el honor del guapo, rápido y rico futbolista portugués. En el rugby a ese tipo de jugador que simula y se queja reiteradamente al árbitro se le llama "bailarina".

martes, 16 de septiembre de 2014

57.- EL MUS

Tres letras que resumen en un juego de cartas las facetas de la vida.
La suerte, el compañerismo, la rivalidad, el engaño, el sentido del humor, la trampa, el cálculo, el compadreo, la risa, la amistad, el enfado, la rima, ...
En un territorio monárquico los reyes mandan. Y en ese mismo país que tiende hacia la igualdad, los pitos pierden.
Una escuela de iniciación se instaló sobre el cesped del Carrero en los años 80. En los ratos libres y menos libres del instituto, las cartas te enseñaban que no siempre se gana llevando las mejores (incluso llevando de mano al juego 32, con un tres reyes y un dos). Que la chica es para rácanos, pero muchas veces gana órdagos y que los duples cutres también dan sorpresas. Que una mala jugada te hace fregar con agua helada en una acampada.
En un ciclo más avanzado los torneos de La Frontera y de los Colegios Mayores te enseñaban a descubrir la táctica del contrincante. Sus gestos, sus coletillas e incluso sus otras señas. El Zaida contribuyó a doctorarnos con el fin de no pagar los cubatas.


Y de ahí al semiprofesionalismo, que solo han alcanzado algunos elegidos. En torneos de San Julián y otras ferias demostraron su valía aunque con poca fortuna.
La variante del mus a seis, en incluso a ocho, ha servido como solución a problemas de escasez de barajas, de espacio o de jugadores.
Hace falta más tiempo para que esta práctica no se nos olvide, aunque el arte de contar del Skipy, de guiñar de Nacho o la intuición del Chino, no se arrinconan en cualquier parte.

domingo, 3 de agosto de 2014

56 - LA FERIA

Siempre ha sobrevivido a la sombra de la Semana Santa y la Vaquilla. Todavía resiste, pese a que las atracciones ya no atraen tanto, los precios no son tan populares y el recinto ferial cada vez queda más lejos del centro de la ciudad. 
Lo cierto es que cuando uno levantaba un poco del suelo, mantenía la ilusión de pasear bajo las bombillas de colores mientras te pringaba con una manzana de caramelo o un algodón de azúcar. De observar a los macarras como conducían los coches de choque con el brazo por fuera, sentados en el lateral de un vehículo que querían, pero no tenían. De pegarle puñetazos al balón de "La Ola". De cruzarte con el grupo de chicas a las que sus padres nunca dejarían solas excepto en esas fechas festivas. En resumen, aferrarte a un objetivo con el que justificar las primeras salidas nocturnas en edad infantil. ¿Qué le diremos ahora a nuestros retoños? 
Con el tiempo conseguimos disfrutar asaltando en grupo los puestos de carreras de camellos (mal negocio para el feriante que se cruzó con nosotros, al igual que el del puesto de las pelotas y los tres muñecos). Después, apoyados en la pringosa barra del Tori, apaciguar nuestra sed mientras comíamos unas tiras de salchichas o algún que otro pollo asado, antes de compartir un cucurucho de churros con las primeras luces del día. 
Ya no queda cerca el césped del Carrero para retozar con unas cervezas o con los premios conseguidos estirando el brazo en el hipódromo camellil. Nuestros preparados gestores municipales lo cambiaron por una extraordinaria estructura metálica que se caerá a pedazos antes de que el río Júcar le muestre la tutoría de sus propiedades. 



Poco tiempo empleábamos en observar el desfile de carrozas, excepto cuando la Reina de las Fiestas estaba de buen ver y además era conocida. Ninguno en participar de las actividades del Vivero, pero si que animábamos a saltar del trampolín de la piscina de la Playa a dos ángeles rubios mientras se disputaban un trofeo. Tampoco olvido como un grupo de jóvenes revoltosos ponía en jaque a experimentados ajedrecistas. A veces incluso ganábamos algunas perrillas apostando a caballos como Caprichosa o Pie Veloz (¡ay, aquella Stra Cabanas!)
Y al final, a correr bajo la pólvora de Carretería con el triste presagio de que se acercaba el comienzo del nuevo curso.

Unos cuantos conciertos de pop español y algunas corridas de toros bien acompañadas de las viandas preparadas en el Pelusa completaban el programa. En pocos años nos sentaremos en el Parque San Julián a ver la Zarzuela, esperando que salga Manolita Chen o, incluso, alguna de sus bisnietas.

sábado, 19 de julio de 2014

55.- LA CAÑADA DE LOS VAQUEROS

Hace un año para estas fechas un gran amigo mío me confesó su deseo de subir andando en compañía de su perro Tyson hasta el sitio de su recreo: Alustante.
Quería hacerlo como lo hacían los vaqueros, del que era descendiente, y por la ruta serrana que tan bien conocía.
Esta propuesta fue recogida y aceptada por algunos valientes hace unos meses. Ahora expongo el trayecto dividido en etapas para el que quiera aceptar el reto y completar esta experiencia hasta alcanzar la tierra que escogió para permanecer por siempre.

No somos unos chavales, pero tampoco estamos para supervisar las obras de las calles y mirar la pantorrillas de las jóvenes que se nos cruzan por la acera. Así que, con un poco de interés y buscando un hueco en nuestro apretado calendario, podremos arrancar y finalizar cada una de las etapas. Puede que necesitemos algún vehículo de apoyo y confío en que voluntari@s no faltarán. Las distancias andando no son muy largas, por lo que en coche estamos hablando de pocos minutos. Vamos allá.

Existen varias alternativas:

1ª.-  Cuenca-Alustante como viene detallada en la web de rutas trashumantes.
Ver http://www.reman.es/camino/rutas-trashumantes/canada-real-conquense/
Se trata de 4-5 días que vienen detallados en las etapas 15-16-17-18 que ajustando a entidades conocidas serían mas o menos las siguientes:
  • Cuenca- Villalba de la Sierra: unos 22 Km 
  • Villalba de la Sierra- Las Majadas- El Pozarrón:  unos 25 Km
  • El Pozarrón - Guadalaviar: 25 Km 
  • Guadalaviar- Alustante: 37 km

2ª.- La propuesta de Pablo, un auténtico especialista en estos eventos es por este otro lado:
  • Cuenca- Buenache de la Sierra: 15 Km
  • Buenache- Beamud: 20 Km
  • Beamud- Guadalaviar: 38 Km
  • Guadalaviar- Alustante: 37 Km
3ª.- Por si son mucha etapas o no disponemos de días, hacerlo en dos fases. Podemos empezar por Cuenca- Majadas este año y completarlo otro. O incluso os invito a realizarlo desde Tragacete-Alustante (un par de días)



Ánimo. Recordaremos viejos tiempos pisando cardos y boñigas de vacas, espantando tábanos, charlando y disfrutando del cielo estrellado por las noches.


domingo, 29 de junio de 2014

54.- LOS MOTES

¿Cómo se pasa de tener pelo en el pecho a llamarse como el elemento químico nº 19?
Pues se necesitan horas de conversación, de momentos delirantes, de bastante confianza y por qué no, de mucha paciencia y amistad.
Los motes son producto del instante, pero sobre todo del conocimiento de la personalidad y el físico del afectado. Da igual su sexo, aunque la cortesía impide llamar a las chicas por su sobrenombre. "Las Futbolistas, Las Shadows, La Peje, La Lombriz, Dientesdesable, La Gioconda, La Monosabio, ..., el Cólera y la Muerte". Algunos de ellos simplemente magistrales e inmortales.

La imaginación viaja desde el acomodado y sencillo apodo por herencia familiar o el más simple y habitual (Gordo, Enano, Largo, Rubio, Chino, Negro, Gafas) hasta la más compleja evolución (Rafaela, Gerardo). Incluso réplicas de otros conocidos personajes reales o de ficción (Pepinillo, Liribit, Bergoletty, ET, Rosendo, Richy).

La degradación de la palabra es otro de los síntomas para facilitar la nomenclatura. Alias de dos sílabas es lo más efectivo, pero si las supera parece que tuviera más empaque. Otra muestra de categoría es que la armonía del sobrenombre se acomode a la letra de una melodía y de este modo pueda ser entonada por todos tus amigos en momentos de éxtasis y cantos populares. Ahí el Tonono es un campeón.

Hay quien acumula un saco de apodos simplemente por su aspecto físico. Si además le acompaña un curriculum de anécdotas algo picaronas, puede llegar a superar la decena con facilidad (Manguera, Farolo, Mortadelo, Chiquitín, Longaniza, Comandante Batidas, Grifo,...)

Mi historia personal es algo más compleja. El personaje grandullón de una serie de TV ambientada en el lejano oeste fue el origen de lo que terminé llamándome. Con bastantes variantes intermedias y la indecisión universal en la escritura de su primera letra. Yo firmaba con la "z", y con ella me quedaré.



Pero volvamos a la resolución de la pregunta inicial. Si la persona en cuestión tiene una importante mata de pelo en el pecho, ¿a qué animal se le asimila corrientemente? Y si el diminutivo de Papá Oso deriva hacia Posito, pues termina encasillado en la lista entre el Sodio y el Rubidio. Simple evolución.
¿Quien le iba a decir al Pelos más rockero que pasaría a llamarse Gerardo? ¿Y que una degradación del nombre te lleve hasta una comida para gatos? ¿Y que un animal marsupial termine siendo una mascota?

Todos y cada uno de nuestros alias son historia de una juventud. No los utilizaremos en nuestra vida cotidiana, pero tampoco debemos enterrarlos como muestra de desprecio a lo que quizás, no quisimos ser.
Bueno, a Nacho y a Javi se los perdonamos.




lunes, 16 de junio de 2014

53.- LA BASCA

¿Qué eramos? ¿Una pandilla, una peña, una banda? El primer término sería el más adecuado, dado que se trataba de un simple grupo de amigos que solían reunirse para divertirse en común.
Pese a nuestros gustos similares y afición por las jornadas festivas, nunca conseguimos ser una peña (grupo de personas que participan conjuntamente en fiestas populares o en otras actividades), como los GBO, ¡cobardes usurpadores de territorios con infructuosas tentativas de galanteo sobre nuestras féminas! Afrenta que también disputábamos contra los flequillos rubios de los "Casanovas"
Ni tampoco una panda (pandilla que forman algunos para hacer daño) como los "Bombonas" o los "Buzones".
Y nunca pretendimos ser una banda  (pandilla juvenil con tendencia al comportamiento agresivo) tal como veíamos en películas como los Warriors.


Pues va a ser que finalmente nos aproximemos a lo que la RAE define coloquilamente como "basca": pandilla, grupo de amigos o de personas afines. A fines de semana que salíamos juntos por los miradores en verano y San Nicolás en invierno. Haciendo nuestras esas piedras centenarias en las que nos sentábamos mientras vaciábamos cascos de vidrio que les sirviera de aguinaldo a aquellos adorables abuelillos.







martes, 27 de mayo de 2014

52.- "EL SANTA"

Por estas fechas nos acercábamos a los almacenes de TVE a recoger viejos decorados que sirvieran para decorar el patio del Santa María de Europa en su Fiesta de Primavera. Esperado día en el que había que cumplir con etiqueta e invitar a las novias y amistades a cenar y tomar una copa, o dos, o tres. ....
Tanto preparativo y protocolo para que al final la piscina se llenara de tíos en gayumbos, chicas con vestidos mojados y vasos de cubatas por terminar.


El Colegio Mayor suponía la tercera etapa de nuestro ciclo educativo. EGB, Insti y Universidad. Las hormonas desmadradas, la libertad por bandera y un objetivo que cumplir, aunque no siempre se consiguiera en el tiempo previsto.
Si a todo eso le sumamos que por la lotería de la naturaleza te toca nacer en los sesenta y te presentas en Madrid en plena movida madrileña, pues ocurren cosas como las que allí sucedían. De día y de noche. En los pasillos o en las escaleras.

Hace unos años visité sus instalaciones y aquella guarida de estudiantes pululando por doquier no existía. Las actuales habitaciones son el reducto donde cada uno, junto a su ordenador y su móvil, centra su vida. ¿Qué fue de aquella sala de TV que se abarrotaba para ver los capítulos de Falcon Crest o las finales de ajedrez entre Karpov y Kasparov? ¿Y de la sala de lectura donde leíamos con incredulidad la evolución de la política española o los resultados del domingo de liga? ¿Y de las cabinas de teléfono en las que Lauro te conectaba con tu familia y amigos? ¿Y de la sala de música en la que descubrimos grupos como los Waterboys, The Motels o el Ultimo de la Fila? ¿Y del estudio de Radio Carabela donde dábamos rienda suelta a nuestra imaginación durante nocturnas y madrugadoras horas? ¿Y de las disputadas partidas de pocha o mus en la cantina? ¿Y de los desayunos "privados" tras filosóficas tertulias en las habitaciones?

Fueron tiempos de sabiduría popular, de compañerismo y amistad. Oportunidad de conocer a los clanes de los Gallegos, los Talaveranos (nunca se me olvida la rima) y el poderío y protagonismo de los de Cuenca. Gracias a todos los que por allí pasaron a mediados de los ochenta. A los "Calculadoras", los "Putos Nuevos" y los Decanos. Y cómo no a Blas, por servirnos incansablemente botellines fríos y por aguantarnos la cuenta de impagos.

Muchos no lo sabrán, pero Asturislandia es el "mundo de Asturis", apodo extraído del glorioso equipo de baloncesto que se gestó en ese Colegio, compuesto por jugadores conquenses de gran valía y cuyos calentamientos pasarán a la historia del dopaje moderno. El "Asturis Leletas".



viernes, 9 de mayo de 2014

51.- ELECCIONES

Parece ser que dentro de poco nos llaman a votar. Con bastante más ilusión fuimos por primera vez hace 30 años.
Olvidaré candidatos, partidos, programas y resultados. Pero lo que siempre estará viva en nuestra memoria será la primera  campaña electoral desarrollada por los cientos de partidos que surgieron de la nada en aquellos tiempos revueltos.
¡Qué derroche de pegatinas, llaveros, chapas, bolígrafos, cajas de cerillas, gorras, e incluso camisetas! Aceras repletas de papeles y megafonías a todo volumen anunciando la llegada de algún vocero al salón del único hotel decente de la ciudad.



Y ahí que nostros, jovenzuelos con ganas de dinero y cachondeo aceptamos la oportunidad. Fieles colaboradores del CDS, que de madrugada pegaban carteles sobre los de otro partido afin que nosotros mismos habíamos fijado a la pared  la noche anterior. Y por la tarde, en nuestro tiempo libre, reunidos a completar sobres para un tercero.
Total, autocompetencia plena para ganar unas pesetillas, que en ocasiones no llegamos ni a ver.

En fin, ganaron los que más votos consiguieron. A este paso, ganarán los que más llamadas y mensajes SMS obtengan en algún programa de Telecinco, o de la Sexta, o de .....



jueves, 24 de abril de 2014

50.- LOS RESOLIS PERDIDOS

Cuando uno está en Cuenca en Semana Santa debe tomarse algún que otro resoli (o resolí, no se me enfaden los puristas). Pero cada vez nos lo ponen más difícil. Ni el producto es el mismo ni los históricos bares existen.
¿Qué quedó de aquella ruta del licor nazareno? Aquella que permitía progresar paralelamente a la procesión y disfrutarla en puntos emblemáticos. Pues poco.
Puestas en andas y salidas del Salvador siempre fueron más llevaderas con una copita servida por Botes. Cabecera del recorrido, es el único de los bares que todavía permanecen abiertos. Pero no es ni la sombra. Ni el local, ni la copa, ni el licor. Uno tomé y no volví. A buen seguro que lo haré el año que viene, porque dicen que el tuerto en el país de los ciegos ve más que los otros.
(echad un vistazo a este artículo http://www.abc.es/20110601/local-toledo/abci-taberna-botes-201106011124.html)

Continuamos la subida hacia las Brasas, con sus viandas expuestas invitando a pasar al interior. Misereres pegados a sus paredes permanecerán mientras no pongan un "kebab". Siempre recordaré aquella sartén de costillas abandonada por su dueños y de la que se alimentaron mis ojos por tratarse de un Viernes Santo. Otros pecadores dieron buena cuenta de ella.

La espera en la Plaza siempre fue más llevadera con otra copita en el Dulcinea. Local sucio y áspero dueño pero de envidiable emplazamiento. Un cubilete fue testigo de la ingesta de más de 50 copas sobre la misma mesa. No recuerdo quienes pagaron.



Pero si alguno servía de referencia y punto de reunión, ese fue el Perú. El "Pirú" para los asiduos. Vigía de las curvas de la Audiencia mientras descendían los olivos del Miércoles de Silencio y refugio de capuces blancos ávidos de aliviar la garganta. Pequeño local que albergaba a turbos de todos los colores en las frías madrugadas del Viernes de Pasión.

Ahora no son más que puertas cerradas, algunas manchadas, que endulzaron muchas de nuestras semanasantas.

viernes, 4 de abril de 2014

49.- VIERNES SANTO (Cap.1 La previa)

Existen muy pocos acontecimientos en los que se mezclen tantas sensaciones como las que experimenta un turbo conquense desde que se viste la túnica hasta que se cierran las puertas de El Salvador.
Ya van para 30 los años que me he colgado el tambor esa madrugada. Desde muy jovencito, rodeado de mis amigos, hasta las últimas procesiones en las que aguanté el recorrido yo solo.

He leido que Rafael Araque Patiño hablaba de nuestras turbas como "un compendio único de psicología, ética y estética. Lección magistral sobre la grandeza y la miseria del hombre. Inquietante espejo donde se proyecta desnuda, en carne viva, ebria y sin coraza, nuestra propia imagen..." Sinceramente, tras ver durante todo este tiempo a miles de personas rodeándome en plena algarabía, creo que es así. Tal cual. Los imbéciles se multiplican y los devotos sufren. Los turbos disfrutan.

¡Qué años en lo que agrupados junto al mítico banco del Carrero consumíamos resoli sin conocer sus traicioneros efectos! Tiempos en los que la divina juventud nos mantenía despiertos y con fuerzas suficientes para terminar al mediodía tomando cañas en el Zaida. Incluso los más atrevidos y "robustos" todavía visitaban a las Angustias por la tarde, sin dormir más que una hora. Mientras, repetíamos la procesión de la mañana, recordando y contando las andanzas, a los y a las que no salían delante del Jesús.

Luego vinieron tiempos de concentración masculina. Pese a los casamientos y crianzas no podíamos perdonar la reunión, precedida de cena, que nos juntaba para esperar la madrugada. Asomados a la hoz y aislados, con la simple compañía de Canito y su bandeja, poníamos a prueba nuestros pulmones entre las paredes del comedor. Risas, muchas risas y cientos de anécdotas. Emocionados abrazos y cual muñecos de hojalata iniciábamos la bajada por la calle San Pedro acompasando el baile de nuestro Judas particular, interpretado por la pareja de túnicas blancas.

Ahora somos pocos. El desmembramiento del grupo de turbos ha sufrido el paso del tiempo y la caída en falsas tentaciones. Seré un nostálgico, pero desde que empieza la cuaresma espero este día con pasión. Algún chasco que otro me llevé en el pasado, aunque el poso de fanático conquense me anima a no desfallecer. Se que siempre habrá alguien dispuesto a ponerse la túnica, buscar su tambor, desafinar su clarín y mirar juntos al cielo para comprobar que no llueve. Después esperaremos la salida del Jesús y nos vaciaremos cada vez que se mueva.


Ahí estoy entre toda la turba frente al Jesús.
Espero estar este año otra vez y seguir contando pronto la continuación de este capítulo.

Pdta: en la sección de "Música del recuerdo" hay dos enlaces, uno de ellos obligatorio para ir ambientando el cuerpo.

lunes, 17 de marzo de 2014

48.- EL TABACO

Rubio, negro, mentolao o acompañao.
Nunca he sido fumador, pero (si me guardáis el secreto y no se lo desveláis a mi madre), os confesaré que algo si que he fumao. Y ya es extraño que no me haya aficionado a tan molesto hábito, habiendo compartido aulas, juergas, acampadas, dormitorios y despachos con auténticos viciosos del humo.

Es sorprendente que en pleno siglo XXI, con el catálogo de libertades casi completo, esté tan limitado el uso y disfrute del pitillo, mientras que, en aquella época tan opresora, le regaláramos un cartón al maestro por el día de su patrón para que el resto del curso no nos faltara la dosis de nicotina regulada por el Ministerio de Educación. Arraigada servidumbre que se repetía en las consultas de nuestros médicos de familia.


Por tanto, no es de extrañar que en nuestro salto al instituto más de uno sisara el monedero en casa para comprar un paquetillo de tabaco tan sofisticado como el Rocío, con sabor mentolado, que dejamos de usarlo por miedo a quedarnos impotentes para siempre. De ahí el éxito de otras marcas nacionales como Celtas o Bisonte. Los importados se reservaban para momentos especiales.



Había antes más humate en el pasillo del Insti entre clase y clase que ahora en una discoteca. Avatares del destino que nos ha trasladado a la época del Abadie y del Smoking. Ahora no sorprende ver a chavales, en las puertas de institutos, sentados, practicando el viejo arte de liar y chupar goma antes de encender. Eso sí, tabaco con sabor a frambuesa, romero o vainilla.

martes, 25 de febrero de 2014

47.- GOLPE FALLIDO

Mientras los españoles hablan sobre lo que pudo ocurrir en el Congreso de los Diputados aquel 23 de febrero, nadie ha investigado lo que sucedió en un aula del Instituto Alfonso VIII de Cuenca el mismo día del año 1982.

Se disponía la profesora de idiomas, osea de ingles,  a explicar alguna forma gramatical de esa lengua tan pastosa, cuando de entre los pupitres se alzó un alumno de nombre desconocido (ya que las autoridades no pueden desvelar su identidad hasta que no transcurran 50 años) portando un aterrador fusil de juguete mientras gritaba: "al suelo todo el mundo". El resto de compañeros, asustados o descojonados por la violencia del momento quedaron absortos. Malihé, que así se llamaba la buena y tierna docente, quedó callada por unos instantes, y mirándolo fijamente contestó: "fuera de clase".
No recuerdo bien si llegó a acompañarle en su castigo otro amigo, incitador de aquella farsa, de pelo moreno y duro como un alambre.


Afortunadamente el incidente se resolvió sin heridos y sin que fuera necesario el uso de fuerzas de orden público. El autor de aquella pantomima confesó años después a una prestigiosa emisora de radio que se adelantó en el tiempo, ya que su intención hubiera sido derrocar a la Potaja como sucesora en el cargo. ¡Mala elección!

domingo, 16 de febrero de 2014

46.- DE CAÑAS (2)

Recuerdo el local cuando todavía servía de trastero familiar.
En ocasiones se transformaba en taller especializado en la elaboración de tambores de turbas. Rodeado de pieles colgadas como jamones, Papá Oso y sus colaboradores (ahora llamados emprendedores) daban forma a las cubas y tensaban los pellejos hasta conseguir el toque adecuado.
Otrora nos serviría de bodega, bien como espacio de mezcla de condumios para fabricar zurra, o para envasar el resoli (cogiendo el relevo de la cochera del Grifo) que nos calentara la madrugada el Viernes Santo.
Incluso nos albergó una Noche Vieja, decorada con un viejo sofá y un radiocasete de "alta fidelidad" donde escuchábamos cualquier cosa menos Mecano.
Pero la bestia deseó convertirse en bella, y pasó a denominarse "Bar Zaida". Mi pequeña contribución a la realización de aquel proyecto, se plamó en el diseño de un logotipo que al cabo de 25 años todavía permanece visible en la acera de Princesa Zaida.



Luego vinieron las manos de cañas, los bocatas, los cafeses, los cubatas y hasta los vasitos de aceite que algunos valientes tomaban para regular la ingesta posterior. ¡Aquellas tertulias en la terraza en las frescas noches de verano! Eternas partidas de cubilete y sufridas partidas de mus. No olvido (como recordó su gerente en algún comentario de temas anteriores) la versión del "cubilete hijoputa" en la que los participantes bebían un chupito de cerveza o cubata de un "coscorrón", previo golpeó seco contra la barra y posteriormente tragado en sus burbujas, mientras el perdedor los observaba con envidia o quizás con alivio.


viernes, 31 de enero de 2014

45.- ¡BIENVENDIOS AL PATIO DEL RECREO!

Una canica es una esfera de vidrio o metal con la que intentas golpear la del adversario con el afán de divertirte y, con suerte y puntería, birlarle otra.
La mía era azul (ahora sería "azul cobalto"). Precisa, certera y marcada por las huellas de las batallas del patio de la Aneja. Todavía la conservo, guardada en un bote de aquellos en los que se transportaban los carretes de fotos.
Junto a ella, mi canica metálica poderosa como Thor. Capaz de sacar, de un sólo lanzamiento, a media docena del cuadrado marcado sobre la arena del mismo patio.
Y para completar el trío de estrellas, mi chapa de cerveza El Águila. Pulida como el mismísimo mármol del Vaticano y casi con tantos kilómetros recorridos como la  bici de Lejarreta (el ídolo del Pepi). Idónea para trazar las vertiginosas curvas diseñadas de los efímeros circuitos fabricados con nuestras simples manos y adelantar en las rectas a las más ágiles diseñadas por Martini Cinzano.



¡Cuantas horas de rodillas y en cuclillas disfrutando en eternas competiciones vespertinas!
 Apostaría alguna merienda a que, a día de hoy, si formamos equipos para rivalizar contra nuestros hijos, les ganamos la mayoría de partidas (si no nos arrea un lumbago).

viernes, 17 de enero de 2014

44.- RALLY RAID 4x4

Cuando a diario escucho los halagos que reciben los esforzados pilotos que se aventuran en esa mal llamada "Carrera del Dakar", me acuerdo de las disparatadas pruebas que un grupo de irresponsables muchachos se atrevieron a realizar mientras se ponían en manos de unos insensatos conductores.

Y ahí nos marchamos, apiñados dentro de los modernos todoterreno, a recorrer los caminos de la Serranía de Cuenca mientras disfrutábamos del paisaje, los baches y las paradas técnicas de obligado cumplimiento.

En una primera edición, recién entrado el otoño del 1989, tras salida nocturna desde el Bar Zaida, ascendimos por las laderas del Cerro Socorro hasta dormir en la Fuente de las Tablas, donde el coche de organización (el Golf colorao del Tonono), a golpe de megáfono, nos deleitó con un animado descanso.

Tras la primera etapa, segunda en dirección a la Cañada de las Tablas al norte de la Vega del Codorno, en la que compartimos refugio con lindas ovejas campestres. Ahí nos esperaba el famoso vado en el que la mochila del ET sufrió un remojón inesperado y posteriormente llegar al fin de fiesta a Tragacete y Mogorrita.

Encabezaban las expedición las dos ruedas de la Vespa del Grifo y la Trail del Bragueto. Tras la estela del Patrol Largo conducido velozmente por el Pepi, el Suzuki del Potasio y el Nissan de Aldo. Y para finalizar, fuera de carrera, el lento pero robusto "Comando Chupito" del Brochas. Al frente del servicio de documentación, archivo y cronometraje, el Chino y sus experimentados ayudantes.


Elenco inigualable hasta la siguiente edición en la que se compitió ferozmente por ganar el especial Navidad de inicios del 90.
Pero eso, es otra historia.


martes, 7 de enero de 2014

43.- LA RUBIA NASTASE

Así llamábamos a la primera muchacha que levantó nuestros infantiles instintos masculinos.
Rubia y alta. Un día llevaba una raqueta y debía vivir por lo Moralejos. Con esos datos iniciábamos diariamente las batidas en su busca al salir del colegio. Tiempo después descubrimos que se llamaba Yolanda. Unos treinta años después la volví a ver y ya no era lo mismo.
Aquí empezó nuestra pasión por el encuentro del sexo opuesto. Por entonces había que conformarse con las imágenes de los mitos de los 70. Chicas que salían en televisión o cine con caras guapas y atractivos movimientos.



Llegó el final de la EGB y el futuro prometía nuevas relaciones."Las Peskis", "Las Titis", "las Monjas", el grupo de amigas liderada por la de las afamadas aureolas pectorales, las chicas de las Pepas,.... hasta conseguir reunir un elenco más o menos estable que con el tiempo ha sufrido algunos altibajos. Tampoco podemos olvidarnos de las "Shadows", incansables en su marcaje por los rincones del casco antiguo.


En pleno siglo XXI, todas nuestros mitos han sido sustituidos por las chicas "guasap" cuyo protagonismo ha superado incluso a los chistes de Julio Iglesias.
Gracias a todas por ofrecernos compañía, cariño e incluso momentos gloriosos que, por respeto a sus personas e incluso a las nuestras, dificilmente serán plasmados en este blog. 

jueves, 2 de enero de 2014

42.- CRONICA DEL 2013

Adios....


...con viento fresco.