lunes, 5 de agosto de 2013

27.- LA FRONTERA

La estrecha franja que separa la infancia de la juventud, o tal vez la barrera que de repente aparece entre la pubertad y la adolescencia.

¿Quién ha olvidado aquellos agostos en los que hicimos del Horcajo nuestro hogar?
Un lugar donde descansar de las andanzas nocturnas mientras duraban las fiestas en honor a la Virgen de Belén. Donde interpretar, como veteranos, el arte de subsistir durante una semana con la comida y dinero previstos para tan solo tres días, ¡y con la misma ropa! ¡Qué gratificante ( y curioso) momento en el que, por parejas y tríos,  permitieron ducharnos en casa de los propietarios del robusto Comando!




Sucedió por entonces que alguien, por subirse a los árboles, se ganó un mote de por vida. No hace mucho, este mismo zagal escribió unos versos recordando aquellas vivencias de los que os pongo un extracto:

La Frontera, luna llena
La Cipri en la verbena, y Argimiro en su bodega
Un morreo a la primera, ¡ y una cabra y una cuerda!
Unos vasitos de vino, y en vez de agua, aguardiente
y el "Play de Game" en la frente.

1 comentario:

Campichuelix dijo...

En el Horcajo de abajo
amanecía con mas frío
que el carajo.