Mientras las mozas se arropaban en la cama, un grupo de chavalotes hacía la ronda para conquistarlas. Acompañados de instrumentos musicales, algunos artesanales, paseábamos por las calles cantándoles bajo sus ventanas " A tu puerta moza, gozoso he llegado a pedir licencia, pa cantarte el mayo....."
Pese al escaso éxito sentimental, siempre quedaban madres y hermanas que, tras escuchar perplejas al desaliñado conjunto de tunantes, nos agasajaban con dulces y licores varios, lo que hacía más corta y alegre la rondalla.
El portal de Fermín Caballero, tan frecuentado en esas veladas primaverales nunca dio su fruto, pero la diversión permaneció durante décadas.
2 comentarios:
Mala memoria.
" A tu puerta moza, gozoso he llegasdo, a pedir......."
No me resulta raro que te arrojaran agua..............
Pero no llego a entender que pintan las cebras.............
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